Residencias de Ancianos: Cambios de mentalidad de la sociedad, modernizarse es importante.

Nadie se sorprenderá si les digo que buscando en un famoso buscador web opiniones acerca de las residencias de ancianos, foros, cuestiones, artículos de opinión y demás maneras de acceder a las impresiones generales de la gente, me he encontrado con un altísimo porcentaje de quejas, denuncias, dudas, errores, clichés establecidos y demás tipo de desventuras que tanto dañan la imagen del sector.

Por descontado que también hay gente que está muy contenta con el trato recibido y así lo hacen saber, pero ya se sabe que las opiniones negativas corren como la pólvora y las positivas como caracoles, es nuestra esencia humana, magnificar lo malo y dar por hecho lo bueno.

Hemos visto informativos con imágenes lamentables, reportajes de residencias, sobre todo de una determinada periodista, que tiene su «particular forma» de hacer

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las cosas, con las que lógicamente nadie puede estar de acuerdo (ni con la periodista ni tampoco con lo que muestra, quede dicho), que no hacen más que añadir más problemática y dudas a la gente. Los familiares cuando tienen que llevar a su familiar a un centro de estas características, acuden pensando «Y si me lo maltratan, y si no va estar bien, y si le gritan o le pegan, o no le dan lo que necesita» en lugar de pensar en que posiblemente sea la mejor decisión que haya podido tomar, puesto que no le va a faltar de nada, ambos pensamientos son lógicos, pero el grado de susceptibilidad de la gente va en aumento por culpa de estas situaciones.

En el mundo de las Residencias de Ancianos, usted como cliente puede encontrar de todo, como en cualquier otro sector de nuestra sociedad, corresponde a los familiares el deber y la obligación de acercarse a conocer el centro, de hablar con las personas responsables de las distintas áreas, de pasear por sus instalaciones y preguntar a otros residentes, que tal es el trato, si se atienden las necesidades de las personas.

Es evidente que quien les escribe este artículo de opinión es trabajador de Residencia de ancianos y defenderá por encima de todo sus bondades, pero si leen el artículo completo o tienen oportunidad de hablar con antiguos clientes o actuales, o participan de nuestras redes sociales, pueden comprobar que trabajamos constantemente en conseguir un alto grado de satisfacción de residentes y familiares y así lo confirman las referencias que la consejería de Bienestar Social ofrece a nuestras Residencias de Ancianos de Alcalá y Mahora.

Es labor de todos nuestros trabajadores y nuestros clientes, tratar de cambiar de una vez por todas la sensación que se ha tenido siempre de que llevar a una persona de edad avanzada a una Residencia es abandonarla a su suerte y allí que pase lo que tenga que pasar. Han cambiado mucho los protocolos de actuación en estos centros, se ha avanzado mucho y seguimos haciéndolo en materia de calidad, cumpliendo con numerosos requisitos que nos son revisados constantemente y actualizados con no menos frecuencia.

Somos muy conscientes y lo sabemos por experiencia, que algunos de nuestros peores «enemigos», los tenemos dentro de la misma sanidad, en hospitales y centros

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de salud que sólo atravesar el umbral de una consulta médica, atacan con las mismas armas desde hace décadas y que me gustaría invitarles a venir y comprobar con sus propios ojos si es cierto lo que dicen. Siempre nos acusan de tenerlos deshidratados o no tener paciencia a la hora de darles de comer y que por nuestra comodidad solicitamos fórmulas alimentarias tipo batidos, para ahorrar tiempo. Pues bien, señores de los hospitales, díganme ¿En que centro de los suyos, se administran alimentos y bebidas cada dos horas como máximo?Desayuno, Almuerzo, Comida, Agua o refresco antes de la merienda, merienda, cena, resopón y vigilancia de enfermos por la noche, y la posibilidad de acercarse a cualquier parte de nuestras instalaciones y solicitar lo que necesiten en cualquier momento del día.

Es muy fácil hablar de la paciencia que se debe tener con enfermos de Alzheimer, recetarles una medicación y volver a los 6 meses, ¿y en el día a día?, si se niegan a comer, beber, asearse… cuestión de paciencia. ¿En cuantas ocasiones hemos tenido a pacientes con goteros en nuestras habitaciones, o hemos hecho malabarismos para conseguirles suplementos alimentarios, porque nos niegan los visados, para no tener que remitirlos a urgencias? y nosotros no le decimos a los familiares que no los mandamos al hospital porque allí se le empeoran las úlceras, cogen infecciones, los curan c/3 días, les colocan sondas para no cambiar pañales, confunden dietas, se desorientan las personas y un amplio etc de cosas que ocurren y por supuesto, siempre sin responsabilidad por su parte.

Se nos pueden achacar ciertas deficiencias y así nos gusta que nos las hagan saber las personas que están con nosotros para conocer las carencias y trabajar en acabar con ellas y prevenirlas, pero nunca de falta de implicación. Son muchos los trabajadores de nuestros centros, que ante cualquier llamada de urgencia o necesidad, acuden de inmediato aún estén fuera de sus horarios laborales, siempre puedes contar con ellos para consultar dudas o pedir una explicación, tenemos horarios libres para que cualquier persona pueda acercarse a los centros cuando pueda a saludar o visitar, conscientes del mundo de carreras en el que tenemos que vivir. Existe comunicación constante por escrito y en tiempo real, entre todos los servicios del centro para que no pase por alto ni un sólo detalle, llevando hasta el extremo el concepto de trabajo multidisciplinar, donde diariamente puede comprobar como el personal de cualquier sector, dialoga y acuerda estrategias de actuación en consenso generalizado y adaptado a las necesidades de la persona y peticiones de las familias.

Si alguno de nuestros lectores, ha llegado hasta aquí y además sabe que significa tener a su cuidado a personas de avanzada edad con limitaciones funcionales o

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mentales, entenderá mejor que nadie, el esfuerzo que realizamos a diario para garantizar unos cuidados integrales, minimizar los problemas de convivencia, adaptar las normas del centro al gusto y necesidad de cada residente y procurar en todo momento una harmoniosa integración de nuestra actividad laboral con la vida personal de nuestros clientes. Tenemos el concepto de que nosotros somos los responsables del funcionamiento del centro, pero el centro lo hacen nuestros mayores, es su casa, es su hogar, nosotros acudimos a su «domicilio» a suministrarles aquellas ayudas que necesiten, a facilitarles las tareas y en definitiva a poner nuestros conocimientos y esfuerzos en manos de quien más lo necesiten para que en estos últimos años de su vida, puedan hacerlo de la mejor manera posible y con la mayor dignidad alcanzable.

Veámoslo desde otro punto de vista, a nivel médico las personas mayores son grandes consumidores de medicamentos, portadores de pluripatologías derivadas de la edad. Las personas sin formación en Sanidad, no son realmente conscientes de las bombas de relojería que suponen ciertas personas, viviendo en sus hogares o en los de los familiares, acostumbran a pensar, «mi padre camina muy bien y come, no necesita nada más, tiene 85 años y está estupendo», y probablemente esté tomando un cóctel de pastillas, para riñón, corazón, hipertensión, colesterol… Toda una tortilla de fármacos que puede explotar en la cara de los cuidadores en menos de 24 horas y sin vuelta atrás. En nuestro día a día, cualquier incidencia, piernas hinchadas, dificultades en alimentación, aparición de rojetes, úlceras, estreñimiento, elevaciones de la glucosa, mareos, dolores, alteraciones de la conducta, son evaluadas por los servicios médicos, y se hacen todas las modificaciones que sean necesarias en un mismo día, o al siguiente o cuando sea necesario.

Piensen en atención primaria y la desesperante forma de proceder por las limitaciones propias de los centro de salud, la tensión una vez al mes, el «azúcar» una vez al mes, curar a los 3 o 4 días, cuando se puede dicen ellos, pero quien no ha visto a su médico o enfermero llegar tarde a la consulta, irse antes con algún señor de traje «sospechoso», almuerzos interminables, consultas que acaban 1 hora antes, TODOS hemos visto eso, ¿pero eso es normal verdad?.

Entonces no tengan ustedes señores tan claro que si los dejan en una Residencia es para morir, piensen primero en la persona, si cumple requisitos para solicitar

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una atención más integral, piensen en si la persona aceptará los cambios lógicos que supone la institucionalización y si tienen claro que su familiar o allegado será capaz de adaptarse a un centro residencial, el resto de necesidades las tendrá bien cubiertas, al menos desde nuestra experiencia, y si lo piensa realmente se dará cuenta de que tal vez la mayor imprudencia que pudo cometer hacia su ser querido fue tenerlo en casa pensando que era lo mejor para todos, puesto que esos cuidados que usted nos demanda a nosotros para que no le falte de nada, nosotros se lo multiplicamos por 2 o por 3 y lo hacemos con personal 24 horas y cualificado, no cualquier persona que esté dispuesta a cobrar 500 euros por pasearle por el pueblo a su «madre o padre».

Piénselo bien y si está de acuerdo, entre todos, difundamos mensajes como éste, para ayudar a una correcta mentalización social acerca del verdadero funcionamiento de las Residencias y dejemos atrás de una vez por todas los dichosos estereotipos, que todos los sectores se modernizan y se adaptan a los tiempos, no estamos en la época de los asilos ni los sanatorios, ya está bien señores de las televisiones y compañeros de sanidad.

 

Acerca de franfisio81

Fisioterapeuta 653 CLM.

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